sábado, 28 de mayo de 2016

Southpaw: cree en la esperanza


Southpaw

SINOPSIS: Billy 'The Great' Hope (Jake Gyllenhaal) es uno de los boxeadores más prometedores del panorama deportivo. Lo tiene todo en la vida: una esposa que le quiere, una hija que lo adora y un sueño hecho realidad. El problema surgirá cuando la decadencia empiece a asomarse por su vida, poniendo en riesgo no solamente su realidad, sino su propia vida y con ello, a todos los que él quiere. El dolor y la impotencia harán que Billy se encuentre en una encrucijada de la que no sabrá salir. La redención será el único camino que podrá seguir el boxeador para encontrar su propio perdón.


FICHA TÉCNICA

Reparto: Jake Gyllenhaal, Forest Whitaker, Rachel McAdams, Oona Laurence, Naomie Harris, 50 Cent, Víctor Ortiz.
Director: Antoine Fuqua
Año: 2015
NOTA: 7.5

En el boxeo, como se puede comprobar en la película, este espécimen superior se mueve por ciertos impulsos: bravuconería, demostraciones de fuerza y poder, provocaciones a rivales y ridiculización de aquellos a los que considera inferiores. Este comportamiento ha sido heredado de la actitud callejera y las luchas territoriales, en las que el varón aprende que el componente más importante para obtener el poder es el respeto y el honor. Un honor que, en el presente caso, se obtiene por medio de la violencia. . Como viene siendo habitual en estos casos, los errores propios los terminan pagando los demás y, a consecuencia de sus yerros, Hope arrastrará a su familia en su desplome anímico, al tiempo que lo perderá absolutamente todo —aquí aparece el juego de palabras conceptual entre el nombre del protagonista: Hope, y la pérdida de todo cuanto tiene y cuanto es: perdida de esperanza.




En el descenso a lo más profundo de la mente, Billy tendrá que atravesar las diferentes fases de la pérdida antes de darse cuenta de que si quiere recuperar su vida habrá de volver a enfrentarse a su pasado y recuperar la fe en sí mismo. Antes de llegar a este punto de aceptación, el protagonista pasará por un periodo de odio y dolor en el que apreciamos claramente la firma del guionista y creador de la historia: Kurt Sutter, quien ya había demostrado ser un despiadado maestro a la hora de exponer a sus personajes a un estado de sufrimiento desmesurado, como pudimos comprobar en el infierno por el que pasaron algunos de ellos enSons of Anarchy. Wills se convierte por lo tanto en su sensei, enseñándole nuevas formas de lucha en las que utilizará la defensa como forma de construir un buen ataque. Potencia y control serán las claves de su recuperación.

Logra una expectación por Fuqua antes y durante el combate definitivo es de una eficiencia asombrosa, el director evidencia una gran seguridad y destreza a la hora de rodar las rápidas y espectaculares escenas a cámara lenta llenas de sangre, sudor y lágrimas, aunque no parece tan cómodo cuando tiene que alternar ciertos detalles de la trama, como la historia de Billy con su hija que, por momentos, resulta demasiado discordante con el fluir de la acción principal. No obstante, en este punto Gyllenhaal ya habrá demostrado su incontestable potencia actoral, logrando que su interpretación no quede reducida a la espectacularidad de su físico —reflejo idóneo de esa hipermasculinidad corporal—, sino que irá mucho más allá, mediante un uso fantástico de esa fisionomía hipertrofiada y su adecuación al ambiente. Los movimientos, las miradas, la transmisión de ese dolor y la empatía que genera en su resurgir de las cenizas son ejecutados con una fuerza y una efectividad asombrosas. Un perfecto pilar de apoyo para el director, quien traza con deslumbrante soltura su retrato de la consecución del sueño americano al tiempo que reabre el debate sobre los problemas de clases y de la representación de la masculinidad en la Norteamérica de las grandes oportunidades.



Fuqua sigue fiel a sus dramas masculinos con Southpaw, la enésima cinta de superación personal y boxeo. Jake Gyllenhaal es el encargado de poner cara y sobre todo cuerpo al magullado protagonista, un antihéroe muy reconocible. Gyllenhaal se entrega en todos los sentidos y la mano curtida de Fuqua se nota en cada fotograma: la película se beneficia del oficio de ambos, sobre todo en las escenas más adrenalíticas. Por desgracia, el film no sólo es poco sutil, sino que se muestra especialmente torpe a la hora de conferir cierta complejidad a sus personajes: el drama familiar y la historia de venganza que basa la historia apenas está trazada con cuatro brochazos, sin evitar tópicos, momentos lacrimógenos y arrebatos estéticos propios del videoclip. Sin llegar a la insufrible delectación violenta de The Equalizer,Southpaw es una cinta correcta y entretenida que ofrece al público lo que promete: varias escenas de lucha en el cuadrilátero y distintos momentos que permiten a Gyllenhaal presumir de músculo interpretativo.
Lo peor de todo es que la trama de la hija de Billy se resuelve como si nada, algo que parecería de vital importancia en la trama se corre repentinamente para dar paso a la pelea final, como si una simple pelea, como si volver al ring ordenara devuelta la vida de Billy, como si solucionara todos sus problemas, como si fuera lo único que necesita, esto presenta una poca evolución del personaje, lo cual termina de hacer sentir a la película falta de sentido, y hace ver a la trama aun mas genérica.



LO MEJOR: Un maestral Gyllenhaal, que ya nos eclipsó en el drama Brokeback Mountain junto con el fallecido Heath Ledger.

A continuación el tráiler de la película (subtitulado en español) y un vídeo con los momentos más especiales del filme con el tema Till I Collapse del rapero Eminem.






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